domingo, 29 de septiembre de 2013

Letras, gastronomía y vinos en la Albufera valenciana.


Entre letras y vinos, entre amigos, entre cultura. Entre anécdotas, curiosidad y gastronomía. Entre todo eso y mucho más se fraguó una cena que fue mucho más que eso, tanto que hubo momentos en los que incluso nos olvidávamos de cenar.


Nuestros amigos de La Matandeta han vuelto a retomar su antigua afición de organizar eventos en los que se integra gastronomía, vino y cultura. Arte en suma ya que estas tres actividades tienen más de arte de lo que mucha gente piensa, al fin y al cabo ser un artista es ser  un creador y tanto Rubén con sus platos, Toni con sus vinos y Ramón con sus relatos son creadores y artistas a un tiempo. Coordinados por el periodista Salvador Soria Sanchis que nos ofrece matices de la profesión periodística muy interesantes y presenta preguntas al autor que a ninguno se nos ocurrirían gracias a la amistad que les une.


Comenzaré hablando del "invitado especial" Ramón Palomar que presentaba su última creación literaria "Sesenta kilos" una novela negra peculiar que no tardaré en leer y de la que haré el correspondiente comentario en el blog. Una novela que si era atractiva antes ahora, tras escuchar de boca de Ramón sus raíces, sus comentarios, sus anécdotas. Tras presentarnos a algunos de sus personajes desde una perspectiva más personal, más cercana, nos comentó anécdotas inconfesables sobre su orígen o historias sobre sus vidas reales, historias, anécdotas y comentarios que hacen que si ya tenía ganas de leer el libro esas ganas se multipliquen.


Ramón es un buen conversador y un magnífico comunicador, algo que es indudable vista su gran trayectoria y experiencia profesional en prensa (Las Provincias), televisión (en estos momentos con el programa "La Hora de Las Provincias")  y sobre todo en la radio (ahora mismo en Gestiona Radio) y nos mostró de primera mano no solo los entresijos de esta novela sino los de su nacimiento, edición y publicación, algo que no siempre se conoce. Entrelazados con detalles sobre el libro y con la inestimable colaboración de Salvador Soria se intercalaron conversaciones sobre la radio, la prensa, la columna diaria de Ramón en "Las Provincias". Comentarios sobre política y políticos (de hecho había uno en la mesa), sobre la libertad de expresión, sobre el poder... en definitiva una cena y tertulia de lo más interesante para todos.


Esta conversación estuvo regada por un buen, un gran vino. Un vino diferente, ya conocido (aunque del que aún no he hablado), especial y característico de su productor, Toni Arráez y sus Bodegas. El vino continuador de su ya famoso "Mala Vida"  que ahora ha sacado al mercado el "Vivir sin dormir" un D.O. Jumilla 100% Monastrell y ecológico con el que Toni nos sorprendió en la presentación de las Jornadas del Helado y que anoche sirvió para maridar la buena conversación y el gran menú que nos presentó Rubén.  Un vino que no pasa desapercibido que tiene más virtudes que defectos (algún defecto tiene pero se puede obviar) y del que Toni nos hizo una presentación interesante que comenzó hablando de esta etiqueta y terminó con interesantes comentarios sobre la comercialización y la apertura de mercados en el sector.


Y entre palabras y copas casi nos olvidamos de cenar pero no era plan hacer un feo a la magnífica cocina de Rubén Ruiz, el chef de La Matandeta que hizo una recopilación de interesantísimas recetas presentadas en diferentes Jornadas Gastronómicas. Comenzando por su tosta de ajoarriero que ya degustamos en las últimas Jornadas del Helado, pasando por la ensalada de cítricos y el cartucho de calabacín relleno de J. Sendra cremoso. Aperitivos fantásticos con los que entre pregunta y pregunta a Ramón fuimos comenzando la cena. Como "plato de cuchara" una presentación especial del "hervido valenciano" en crema y con le toque personal de Rubén. Como plato contundente el codillo que degustamos en las últimas Jornadas del Helado aunque con un acompañamiento más sencillo. Crujiente, meloso, sabroso, con el punto perfecto de la carne, un plato que me sorprendió el pasado verano y que sigue siendo delicioso. De postre también uno rescatado de las últimas Jornadas del Helado ya que a petición popular creo que acabará en la carta: la coca de llanda con espuma de miel en esta ocasión acompañada por una crema de galletas para contentar a Helena (aunque yo habría mantenido el helado de marcona que lo acompañaba mucho mejor)


Y con todo esto nos quedamos con la lectura por parte de Maria Dolors de unas páginas de "Sesenta kilos", en concreto con la descripción de una de sus protagonistas "Amapola" una descripción que demuestra que la novela negra puede ser mucho más que tiros, peleas y diálogos escabrosos o amenazantes. En una novela negra también caben recursos literarios que incluso pueden ser poéticos. Así que, presto a comprar y leer la novela (la que tengo en la mesilla no durará más de un par de días) y esperando la próxima iniciativa de La Matandeta para volver a disfrutar con la comida, la bebida y sobre todo con la compañía de Maria Dolors, Rafa, Helena, Rubén y, como no, con las apariciones de Manuel para comprobar que todo está como debe estar.


No pongo fotos, no las hice, Maria Dolors sí que sacó la cámara a pasear y supongo que no tardará mucho en hacernos su reseña en el blog o en la página de facebook de La Matandeta con el reportaje. El viernes preferí escuchar. Creo que la literatura no es muy fotogénica pero sí muy expresiva así que mejor escuchar, comentar, comer y beber.






2 comentarios:

  1. Molt bó el temps compartit. Quan ens trobem a gust i entre amics, sempre m'en recorde d'aquell proverbi de La Toscana que diu: "Cuando llegue la muerte, quiero que me encuentre viva". Ens vem en el camí. En ell estem. María Dolors.

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  2. Com Diu Maria Dolors el temps compartit fou perfecte, som privilegiats per poder mantenir aquestes converses en el magnífic entirn que es casa seva. Per sort no hem escrit exactament el mateix ufff vaig a llegir el text d'ella.

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